martes, 27 de marzo de 2012

Van Gogh, genio de visión atormentada

Detrás de la genialidad del pintor holandés Vincent Van Gogh (1853-1890) se amontona una lista interminable de diagnósticos médicos: epilepsia, demencia, psicopatía, psicosis degenerativa, reacción esquizoide, tumor cerebral, psicosis luética*, esquizofrenia, epilepsia psicomotoria y hasta envenenamiento por aguarrás.
Todas o ninguna, no se sabe a ciencia cierta cúal de ellas padecía.


Una tortuosa vida, caracterizada por la depresión y la locura, la compañía de prostitutas, la automutilación de una oreja y su reclusión dentro de un manicomio, culminan con su internación voluntaria en un casa de reposo cerca de Saint‑Remy en Francia.  Se pone bajo la tutela y cura del doctor Paul‑Ferdinand Gachet. Su fructífera obra continúa  creciendo con una característica muy peculiar: la predominancia del color amarillo y el efecto corona, es decir, los halos cromáticos que circundan los cuerpos.
En un cuadro de este periodo representará a su médico sentado con una flor dentro un vaso.

El interés médico de este cuadro se centra en que las flores en la pintura son de la Digitalis purpurea (http://es.wikipedia.org/wiki/Digitalis_purpurea ) de cuyas hojas se extrae el digitálico lo que ha originado la hipótesis de que los problemas mentales de Van Gogh hayan sido expresión de una intoxicación con el digitálico que se le administraba en forma de infusión de hojas, usado erróneamente en esa época para tratar la epilepsia. 


Esta intoxicación se manifiesta con intranquilidad, confusión mental, ideas delirantes y un peculiar fenómeno llamado xantopsia, condición en la cual los objetos de color claro se ven con una fuerte predominancia de amarillo y aquellos oscuros se perciben como si fueran violetas. 
Sin embargo, la etiología de la xantopsia del artista, no puede ser atribuida solamente al digitálico sino además al hecho de que Van Gogh era un asiduo bebedor de ajenjo, licor extraído de la Artemisia Absinthium, muy conocido y degustado en el siglo XIX en medios literarios y artísticos (http://es.wikipedia.org/wiki/Absenta).  Este licor contiene un compuesto químico llamado tujone, que en cantidad excesiva es neurotóxico y produce xantopsia.
En síntesis, un complicado estado de desequilibrio se produjo por un efecto tóxico inducido por una medicación destinada al tratamiento de otra intoxicación.
Ésto sumado a la hipótesis plausible de que el pintor era portador de catarata (condición en la cual el cristalino,lente natural del ojo, pierde su transparencia) o glaucoma (pérdida de las fibras nerviosas del nervio óptico), bien podrían haber condicionado la  predominante gama de colores y los halos aplicados en el periodo final de su obra (1886-1890).








Por todo lo dicho, podemos afirmar que las pinturas de Vincent Van Gogh sintetizan su percepción visual de un complejo y agitado mundo interno. 
Sin embargo, pensamos que lo que cuenta es el resultado final, aquel que se presenta ante los ojos de quienes admiramos su obra.


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*Descubre quién causa la psicosis luética?
http://oftpediatrica.blogspot.it/2012/03/glaucoma-congenito.html

sábado, 24 de marzo de 2012

AL PIE DESDE SU NIÑO



El pie del niño aún no sabe que es pie,
y quiere ser mariposa o manzana.

Pero luego los vidrios y las piedras,
las calles, las escaleras,
y los caminos de la tierra dura
van enseñando al pie que no puede volar,
que no puede ser fruto redondo en una rama.
El pie del niño entonces
fue derrotado, cayó
en la batalla,
fue prisionero,
condenado a vivir en un zapato.

Poco a poco sin luz
fue conociendo el mundo a su manera,
sin conocer el otro pie, encerrado,
explorando la vida como un ciego.

Aquellas suaves uñas
de cuarzo, de racimo,
se endurecieron, se mudaron
en opaca substancia, en cuerno duro,
y los pequeños pétalos del niño
se aplastaron, se desequilibraron,
tomaron formas de reptil sin ojos,
cabezas triangulares de gusano.
Y luego encallecieron,
se cubrieron
con mínimos volcanes de la muerte,
inaceptables endurecimientos.

Pero este ciego anduvo
sin tregua, sin parar
hora tras hora,
el pie y el otro pie,
ahora de hombre
o de mujer,
arriba,
abajo,
por los campos, las minas,
los almacenes y los ministerios,
atrás,
afuera, adentro,
adelante,
este pie trabajó con su zapato,
apenas tuvo tiempo
de estar desnudo en el amor o el sueño,
caminó, caminaron
hasta que el hombre entero se detuvo.

Y entonces a la tierra
bajó y no supo nada,
porque allí todo y todo estaba oscuro,
no supo que había dejado de ser pie,
si lo enterraban para que volara
o para que pudiera
ser manzana.



Neftalí Ricardo Reyes Basoalto

PABLO NERUDA

viernes, 9 de marzo de 2012

SOBRE EL GLAUCOMA CONGÉNITO

Acompañado con unas notas de piano, el artista comienza su historia: "Una joven esposa encinta se interna en el hospital por un ataque de apendicitis; los médicos le aplican hielo sobre el abdomen y al final de estos tratamientos, le aconsejan suspender el embarazo, porque es muy probable que el niño que viene nacerá con alguna malformación. 
Esta valiente madre, decide tener a su hijo...la joven de ese día es mi madre y ese niño soy yo". 
Así termina su relato el poseedor de una de las mejores voces líricas de nuestro tiempo, Andrea Bocelli. 
Andrea nació con glaucoma congénito y perdió la vista a los 12 años después de un recibir un pelotazo en el ojo con el que aun veía.

Esta enfermedad se presenta con el ojo aumentado de tamaño y la córnea presenta casi siempre diferentes grados de opacidad. 

Dentro del ojo existen factores que controlan la presión intraocular (independiente de la presión arterial sistémica) que se basa en la producción del humor acuoso por el cuerpo ciliar y su reabsorbimiento por el conducto de Schlemm y el círculo coroideo, es algo así como un sistema de drenaje perfecto.  El humor acuoso, junto con el humor vítreo, confiere al ojo su tono, como el aire dentro de un balón y éstos se renuevan constantemente.







En el bebé afectado, existe una malformación a nivel del ángulo irido-corneal que impide el drenaje normal del humor acuoso y, por tanto, éste se acumula con el consiguiente aumento de presión del ojo.
Este aumento de presión hace crecer al ojo, que cede sus estructuras al máximo, presentándose el llamado buftalmos u ojo de buey por el aspecto grande que presenta.

La triada clásica se conforma por lagrimeo, fotofobia (rechazo patológico y exagerado de la luz) y blefarospasmo (contracción exagerada y prolongada de los párpados). Estos datos, sumados a la historia de complicaciones en el embarazo y/u ojos grandes nos deben alertar para buscar la ayuda del especialista.

El objetivo del tratamiento busca disminuir la presión ocular a niveles aceptables.  Consiste en abrir el canal de drenaje a través de una o más cirugías, el control farmacológico y un seguimiento estrecho del caso.


Para ampliar tus conocimientos sobre el argumento te invitamos a unirte al DÍA MUNDIAL DEL GLAUCOMA en

El relato conmovedor de Andrea Bocelli.


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lunes, 5 de marzo de 2012

LENTES PERFECTOS

Si después de realizar la consulta oftalmológica nos han dicho que nuestr@ hij@ debe usar lentes (gafas, espejuelos), lo mejor es saber elegirlos bien.

Para ello es importante conocer  dos aspectos: la montura y los cristales (también llamados lentes).


LA  MONTURA



El material de la montura debe ser resistente, ligero y biocompatible para no producir alergias en la piel.
Dicho ésto lo mejor es 0-4 años: silicona sin bisagras. 
Cinco años hasta la adolescencia: plástico. 
Evitemos el metal, porque podría producir alergias o ser peligroso en las actividades de recreación.





El tamaño debe ajustarse perfectamente a la anatomía infantil. Las varillas no deben estar ni ajustadas ni sueltas y su largo debe adaptarse al contorno del pabellón auricular.  Los ojos deben estar al centro de los aros  y éstos no pueden sobresalir del contorno de la cara.




Nunca elegir la montura solamente porque nos gusta el color o el diseño, sino porque ésta tenga un ajuste perfecto. Al momento de comprarlos, es mejor invertir en unos de buena calidad no obstante deberán ser cambiados aproximadamente cada año.




El puente debe ser bajo. Es decir, que debe estar en el centro de los aros.  Esto porque la nariz de l@s niñ@s es por lo general pequeña, achatada porque no ha terminado de desarrollarse y si el puente fuera alto, como en el caso de los adultos, el lente resbalaría hasta la punta de la nariz, lo que es un efecto indeseado porque nuestro objetivo es que los cristales estén bien centrados.






CRISTALES

Son mejores los orgánicos, son altamente resistentes a los impactos y difíciles de quebrar, son casi irrompibles pero en el caso que ocurriera la fragmentación, deja pedazos más grandes y menos cortantes, aunque debido a su escasa dureza se rayan con facilidad. Son livianos,  presentan protección propia contra las radiaciones ultravioletas. Están disponibles en  blanco y fotocromáticos.

Debemos tomar en cuenta también el diámetro del cristal y la graduación, porque al peso inicial de la montura, se suma el peso de los cristales. 

En el caso de graduaciones muy altas, existen técnicas de precalibrado y determinados materiales que disminuyen el grosor de los cristales (High lite para miopías altas) o les otorgan cualidades particulares mediante tratamientos especificos.  Lo mejor es preguntar al óptico para conocer nuestra gama de opciones: endurecido, antirrayas, antireflex, etc.

ELEMENTOS ADICIONALES

También son útiles las correas ajustadoras y las almohadillas en silicona para el puente, para evitar que el peso lastime la nariz o que la montura se resbale.
Esperamos haberte ayudado a elegir...

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